Prevención

El papel de la familia

Familia

La buena convivencia familiar dificulta la aparición de trastornos en la conducta alimentaria.

Cuando existe una forma sana de comunicarse y cada uno de los integrantes de la familia mantiene su rol, es más fácil comprenderse y respetarse. Cuando cada uno tiene su propio proyecto de vida y entre todos comparten metas comunes, es más sencillo preservar la salud. Si existen pocas reglas, pero claras y sencillas, a las que todos respetan, se vive en un clima de armonía. Pero sin duda, el elemento primordial que condiciona la calidad de vida es el afecto. El amor que recibe de los padres es el alimento principal que posibilita el desarrollo armónico de una persona.

Aprender a amar es un arte que debe cultivarse, un trabajo saludable que nos permite crecer. La solidaridad nos enriquece, pongamosla en práctica. Formemos una familia con amor y respeto.

La honestidad

Seamos honestos con los demás, con nuestros hijos y con nosotros mismos.

Aprendamos a aceptar nuestros errores. Defendamos la verdad, no nos ocultemos detrás de una mentira. Por más difícil que sea la situación, seamos «honestos». La enfermedad no puede traspasar los umbrales de la honestidad.

El que es honesto, no miente, no oculta síntomas y eso hace que la ayuda llegue antes, que la enfermedad no se instale.

La Honestidad es la llave de la prevención.

Si la enfermedad no se trata

Tomemos conciencia, estamos frente a trastornos graves, no dejemos que avancen. Según la OMS, un 15% muere a causa de estas patologías. Si aquellos que las padecen no se tratan...

  • Pueden agravar su estado de salud
  • Pueden tener problemas en el colegio, con la familia y con la sociedad
  • Pueden deteriorar su autoestima
  • Pueden deteriorar su personalidad
  • No lograrán independencia y autosuficiencia
  • No obtendrán una inserción social adecuada
  • Reducirán su vida a un mundo pequeño
  • No lograrán ser individuos sanos y felices

Estamos a tiempo, actuemos como agentes de salud.

No se puede luchar solo

Debemos saber que combatir estas patologías es complejo, que es una tarea difícil. Nuestra fuerza de voluntad no basta, tampoco la de nuestros hijos.

Tanto ellos como nosotros no podemos emprender solos un camino exitoso.

Necesitamos de la colaboración de todos.

  • De una institución organizada
  • De un equipo multidisciplinario especializado
  • De un grupo de autoayuda que incentive a nuestros hijos a cumplir su proyecto de vida
  • De un grupo de autoayuda para padres que optimice la comunicación y la convivencia familiar y el desarrollo personal de todos y cada uno de sus miembros
  • De una escuela progresista que integre a la familia y que luche para formar individuos sanos y felices
  • De familiares y amigos que compartan con nosotros ideales y metas y nos acompañen en la tarea de educar a nuestros hijos