Del celular a la computadora: las adicciones en los más chicos
Cuando hablamos de conductas adictivas en los niños más pequeños tenemos que pensar en el siguiente circuito: celular - dibujos animados - juegos - internet/redes sociales.
La adicción a los celulares se detecta en los más chicos: niños de entre 1 o 2 años. Es increíble la velocidad con la que adquieren la adicción a los jueguitos o a los dibujos animados. Toda la concentración está puesta en el teléfono que es su primer acercamiento a la tecnología. Desde muy pequeños, observando a sus padres aprenden la clave (¡incluso patrones de dibujo!) para desbloquear el celular de los adultos y así acceder a todos los contenidos, incluyendo aplicaciones que los adultos ni se dan cuenta que existen.
Nos preguntamos qué vacío viene a llenar la adicción: la falta de comunicación. Queremos comer, le damos el celular; queremos hablar con alguien, le damos el celular; es una forma de pacificar a ese chico que naturalmente estaría en la reunión con los demás, quizás haciendo travesuras o llamando la atención. El celular es su “chupete”.
Y mientras los adultos hacemos eso el chico va perdiendo aptitudes sociales. Hablar con los chicos en lenguaje infantil, recibir cariño, caricias de los padres, son sustituidos por el celular, y eso no lo prepara para la integración social. Si el chico tiene condiciones sociales las tendrá igual, pero si no, empieza a tener inhibiciones, dificultades o incluso incapacidad de desarrollar aptitudes sociales.
Y después aparecen los juegos benditos con que los chicos se aíslan de la sociedad y terminan encerrados en sus cuartos, con los jueguitos que son su único entretenimiento y luego a una edad mayor, la computadora y las redes sociales. La computadora, las redes sociales, el celular, los juegos, en su momento la televisión, en todos hay aislamiento. Ese es su mundo (virtual). Ya no pertenecen al mundo real. La tecnología está al servicio de la evasión.
Estos trastornos los observamos mucho en pacientes que generalmente tienen características obsesivas (TOC) o trastornos del espectro autista. La persona con TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) tiene muchas reglas y necesitan formarse esas reglas ya que no tienen mucha empatía. La falta de empatía hace que prefieran la tecnología a la compañía humana porque ésta les resulta difícil. Son hábiles en el contenido literal pero carecen de la intuición y la empatía, y la tecnología viene a suplir eso. Están inmóviles con el aparato (cualquiera sea) y no tienen actividad física, interacción social, y por eso el sedentarismo, la fijeza del cuerpo que hace que terminen con sobrepeso o, en otros casos, directamente restringiendo los alimentos por estar todo el tiempo conectados.
¿Cómo se aborda esta problemática? Todo padre debería preguntarse: ¿cómo está mi hijo en cuanto a la comunicación con los otros? Si no tiene facilidad para hacer amigos, entonces por qué no invito yo amigos a casa? ¿Por qué no trato de ayudarlo en la comunicación? ¿por qué no consultó si no puede comunicarse? Si yo veo que mi hijo es muy tecnológico pero poco activo, me preocupo por que tenga actividad física también? ¿Compenso eso? El éxito en la vida depende no solo de la instrucción sino también de la comunicación, no solo del saber técnico sino también de la capacidad de moverse y comunicarse.
En el caso de niños muy pequeños que ya hacen uso del celular, si tenemos un chico muy irritable, inquieto, hay que aprender cómo calmar al chico con otras cosas, quizás dándole algunos elementos para que él juegue y no sea solo lo tecnológico. Ayudarlo a comunicarse de otra forma que no sea gritando o llorando. Aprender a calmarlo sin hacer uso de lo tecnológico.
Cuando al chico se le saca el celular y hace tremendo escándalo ya ahí hay una dependencia. No hay que darle lo que quiere para que no moleste.
La educación se trata de la progresión de habilidades. Esto implica sustituir el celular en favor de otras actividades de socialización para lograr un desarrollo equilibrado en todas las áreas en las que tiene que desarrollarse un chico: el área social, de actividad física (caminar, moverse, jugar), comunicativa. Cuando exageramos una por comodidad o por distracción (porque no nos damos cuenta) a un chiquito que tiene problemas o que va a tener problemas, se los acentuamos. La educación es equilibrio: no solamente instrucción, no solamente actividad física, no solamente desarrollo de habilidades tecnológicas, sino una suma de todo. Y cuando vemos dificultades en un área entonces hay que consultar con un profesional y de esa manera ayudar y colaborar en la formación de un individuo sano.